Sin dudas disfruté todo el proceso, todo lo que aprendí en la Escuela de la mano de María y mis compañeros. Me emociona mucho todo el camino recorrido, todo lo que crecí con la Formación y el acompañamiento. Pasar a la práctica fue clave para comprender toda la teoría y ayudar a mi clienta a lograr un guardarropa que la represente. Estoy eternamente agradecida por la amabilidad y generosidad de María en compartir todo su conocimiento.

Antes de la formación me sentía insegura con mi imagen; no sabía qué comprar ni cómo combinar mi ropa. Hoy me visto con más seguridad, encontré mi estilo y aprendí a elegir con inteligencia, sin depender de la cantidad. Esta formación me mostró el poder que tiene la imagen, no solo en cómo nos ven, sino en cómo nos sentimos. María es cálida, clara y cercana; crea un ambiente donde es fácil aprender y animarse a cambiar.

Me formé para complementar mi trabajo como estilista y dueña de salón, y poder brindar un asesoramiento más completo. Al principio dudé por el tiempo, pero la Escuela ofrece materiales valiosos, clases motivadoras y un espacio cuidado al detalle. Aprendí que la imagen no es frívola: es comunicación. Gracias a esta formación, gané herramientas para potenciar mi propia imagen y la de mis clientas. María transmite con pasión y claridad; recomiendo esta experiencia sin dudar.

Elegí formarme porque descubrí lo feliz que me hace ayudar a las personas a encontrarse y verse bien desde todos los ángulos. Como maquilladora y peinadora, necesitaba herramientas sólidas para dar un mejor servicio. La formación me dio fundamentos para aconsejar con criterio y seguridad. Estoy muy agradecida con María por su calidez y acompañamiento al momento de responder todas mis dudas.

Estudiar en la Escuela de María enriqueció tanto mi intelecto como mi alma. Fue un placer experimentar encuentros tan interesantes desde mi profesión y descubrir nuevas posibilidades. Lo que más valoro es el crecimiento, el compartir y saber que todo es aprovechable. Me encontré con docentes cálidos y profesionales, y un grupo de compañeros increíble. Me quedo con la apertura incondicional de María y su equipo, que hicieron de este aprendizaje una experiencia única.

En la Escuela Boutique de Imagen María Soto, encontré el espacio y la guía que necesitaba para transformar mi relación con la vestimenta. Antes, el miedo al qué dirán y la falta de conocimiento me limitaban a la hora de elegir qué ponerme. Hoy, gracias a la formación, aprendí a vestirme con seguridad, identificando y potenciando mi propio estilo a través de herramientas como la colorimetría, el visagismo y la morfología corporal. Lo que más destaco es la calidez con la que se enseña, el enfoque práctico y completo del contenido, y la manera en que María, con su paciencia y objetividad, nos acompaña en cada paso, brindándonos devoluciones respetuosas y enriquecedoras.

Al ingresar a la Escuela pude comprender qué es la imagen y la presencia consciente, conocer todas las aristas que existen… No se trata solo de buen gusto sino de poder elegir lo que nos representa y nos sienta bien.

Recomiendo a la Escuela por su excelencia, por el profesionalismo y por enseñarnos que la imagen se construye desde el interior hacia el exterior. Formarse para asesorar profesionalmente a quienes nos requieren para encontrar su estilo y explotarlo al máximo, es la satisfacción más grande.