La tecnoemoción, una tendencia que pisa fuerte en 2021

Las macrotendencias llegan para quedarse por unos años, y son las que marcan las tendencias por temporadas o estaciones. Por eso es importante saber de qué se tratan, porque son las bases de la conducta social. 

En este artículo te cuento todo sobre una de las tres macrotendencias de esta época: la tecnoemoción o design emotions. 

“Mientras los humanos se vuelven más tecnológicos, la tecnología se vuelve más humana”.  

WGSN

Esta tendencia tiene como uno de sus objetivos principales perseguir la integración entre los polos que caracterizan a la sociedad actual: lo humano y lo tecnológico. En todas sus piezas, atuendos y formas de expresión, la tecnoemoción apunta a explorar cómo la tecnología atraviesa lo espiritual, lo emocional y lo ancestral. 

Como respuesta a esta tendencia, los consumidores inclinan sus elecciones hacia la economía local por sobre las cadenas y tiendas de producción masiva. Estar a la “última moda” se vuelve un concepto un tanto más consciente y abarcativo, dado que ya no solo importa el precio, sino que las prendas presenten un diseño integral: amable con el bolsillo, pero también con la sociedad y el medio ambiente.

*Si no sabés de qué van las macrotendencias, podés leer este artículo. 

Fundamentos de la tecnoemoción como macrotendencia

Conexión con las emociones: En una sociedad donde las enfermedades o trastornos psicológicos como la depresión o la ansiedad son cada vez más comunes (tras un proceso acelerado por la pandemia ocurrida en 2020), la gestión emocional se convierte en una herramienta más que poderosa, valorada y buscada. Las personas ya no desean la vorágine diaria, buscan un estado de tranquilidad, y con ella viene la intimidad. A las prendas, ahora, se les pide comodidad, calidez, confort. Parte de la moda se vuelve más íntima. 

Esto lo encontramos en prendas con anudados o drapeados, tejidos y textiles naturales.

Conexión con lo artesanal, lo primitivo, lo imperfecto: Lo “hecho a mano” se une con la tecnología para crear prendas perfectamente imperfectas. La imperfección en las piezas se vuelve sinónimo de conexión y profundidad. Aumenta la relación con el lado primitivo, mental y físico. Se da un retorno a la naturaleza.

Como refuerzo de este concepto, la atención posventa toma aún más relevancia: el servicio y los productos tienen a las emociones del cliente como eje central. 

Un ejemplo de esto son las piezas con bordados o encajes, que nos traen texturas referentes a lo “hecho a mano”.

Los productos que responden a esta tendencia buscan incorporar la inteligencia artificial, impulsar nuevas “espiritualidades”, y aumentar la conexión con lo primitivo, natural y artesanal. La resiliencia y la empatía toman un rol protagónico. 

La inteligencia artificial en la tecnoemoción

Se define a la inteligencia artificial como el procesamiento de datos que ayudan a tomar mejores decisiones en ámbitos comerciales y no comerciales, que dan como resultado la identificación de los gustos y las necesidades de las personas (o grupo de personas) para pronosticar ventas y mejorar el servicio al cliente, entre otras cosas. La expresión se utiliza también para referirse a procesos de automatización y a la robótica.

Ahora bien, con tanto avance tecnológico, ¿en qué lugar quedamos los humanos? ¿Qué nos diferencia, entonces, de un robot?

Es el coeficiente emocional lo que nos vuelve, efectivamente, humanos. Tal es así que, como nos demuestra esta tendencia, toma incluso mayor relevancia que el coeficiente intelectual (que, visto lo visto, es reemplazable). Por coeficiente emocional entendemos a la capacidad de reconocer sentimientos propios y ajenos, junto a la habilidad de gestionarlos.

“La inteligencia emocional es responsable de entre el 85 y el 90% del éxito de los líderes de las organizaciones”. 

 EI Consortium 

Así, las prendas tienen que responder a la externalización y representación de nuestro factor humano invaluable: las emociones.

Vivir aquí y ahora de manera consciente es la premisa que corre en estos tiempos, y para ello, se necesita que la moda y los atuendos que elegimos, más que encorsetarnos o limitarnos, nos acompañen en la experiencia que es la vida. 

Colores que sí para la tendencia Design Emotions

La tecnoemoción nos ofrece una actualización más contemporánea de la gama de tonos pasteles, los cuales nos invitan a explorar nuestro anhelo por conectar con la naturaleza y priorizar el bienestar y la salud espiritual. Son reconfortantes, cálidos y cercanos. Entre la propuesta encontramos el verde jade bilante, el amarillo melocotón, el azul profundo, el arena, el marrón teja, el verde olivo.

En conclusión

Gracias a esta macrotendencia, a los cambios demográficos y las nuevas voces y demandas sociales y generacionales, el diseño y el mundo de la moda comienza a centrarse cada vez más en procurarnos bienestar. 

Producir más deja de ser una prioridad, porque la producción masiva ya no es un objetivo en sí, sino, por el contrario, conectar con los consumidores que, de ahora en más, se inclinan a realizar compras más conscientes y responsables en todos los sentidos posibles.

El avance de la ciencia y la inteligencia artificial nos permitirán, más tarde o más temprano, crear o diseñar cualquier cosa, por lo cual esta tendencia extiende y expande la necesidad de reivindicar y hacer permanecer aquello que nos diferencia y caracteriza como seres humanos: la biología, la naturaleza, las emociones y la capacidad de expresarnos de diversas maneras.

¡Hasta la próxima!

María